I
Ese instante de torso submarino, de codicia de olas;
ese instante volátil
que estalla en el agua, geómetra y místico;
tu zambullida que insinúa un arpón y en tus ojos
irrumpen delfines
y la mar se contrae y rompe como aleteos
delata tu origen,
muchacha de piel bermeja
cuyo pelo tiene luz de cobre y sangre,
descendiente de remeros y extravíos en naves
sin astrolabio;
la épica de tu raza es la del hierro, el fragor,
la incandescente vigilia,
y como en un vuelo de siglos anidan en ti
aquellos vértigos.
II
Pasajera fecunda, abordas el sol inmortal
de mis costas de España;
la vida es misteriosa...
Copyrigh Daniel Vega, Otros poemas.
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