Y tú y yo en el empeño gigante de poblar los
vacíos,
preñar lo estéril,
cultivar lumbre y luz en la nada absoluta.
Tú y yo sembramos de hechizo los páramos
y crecen arenas de playa y ya somos olas,
jazmines y rosas invaden los subterráneos del
corazón.
Donde había penumbra creamos la brisa,
donde nadie pisaba nació nuestro árbol
y allí consumamos la fiebre carnal cuerpo a
cuerpo.
Te regalo blanquísimas hojas donde sellar
nuestros besos futuros
y olvida, amor cierto,
que hemos sido habitados por otros,
como si una existencia sin ambos nunca
hubiese ocurrido.
Daniel Vega/Daniel Astur Vega
Emanaciones-Nude, pág.43
Ed. Hipálage, 2012